Histriónicas e irritantes.
El sonido chispeante de las copas, los cubiertos, los gritos, las frases sin dueño y sin respuesta.
Los silencios que pasan sin ser advertidos, sin ser respetados.
Las palabras deformadas por el vino,
los nombres que olvidamos y los invitados que no llamaron a la puerta.
jueves, 10 de julio de 2008
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