miércoles, 28 de septiembre de 2011

La vejez

La vejez no envilece, estupidiza, si es que ese verbo es posible. El sabio de pelo blanco emprende su camino espiritual mucho antes... así cuando llega a la vejez está preparado para afrontarla y hacer frente al adormecimiento del criterio que experimenta un cuerpo que ha vivido demasiado. Si la mente vieja no se deja llevar por la meditación y la contemplación la actividad de un yo cansado nos pierde.
Ahora me doy cuenta que llevo mucho tiempo si estar en contacto con personas de otras edades. Nos agobia la desigualdad de edad. No es algo que busquemos naturalmente; y si sucede, lo toleramos sólo con esfuerzos conscientes ¿es el humano un ser que ha envilecido con el progreso? O ¿ya las tribus de neanderthales abandonaban a su suerte sus viejos cuando éstos no podía seguirles el paso? Está claro que el hombre de Neanderthal tenía mucho más claro que nosotros lo que era la vileza, sea lo que esta sea.