domingo, 25 de diciembre de 2011

Navidad

No hay hambre para tanta comida, ni suficiente aire para estos pulmones de ansiedad. Me digo a mi misma que ponerse nerviosa no lleva a ninguna parte; y aguanto el nudo en la barriga y el dolor en la espalda como si estas Navidades fueran una procesión de Semana Santa. Espero y temo Enero.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Siempre sucede

He recorrido las calles de este polígono solitario buscando algo apropiado que traerles de comer, sólo he conseguido el par de sopas de pistones más caros que existen; pero las he traído con todo esmero junto con dos aguas de litro y medio, dos zumos de melocotón –siempre me parece el más consistente – y muchas servilletas. No han comido mucho, pero me satisface que al menos lo hayan hecho un poco. He limpiado los platos en el baño y los he secado con papel del wc. Luego he ido por un par de aspirinas efervescentes y me he encontrado sin nada más que hacer o decir.
Ahora, de vez en cuando, giro la vista y encuentro la mirada de mi abuela, pero ella no me ve. Está sentada en el sofá, vestida de riguroso luto y ve hacia el frente traspasándome aquí donde yo escribo improvisadamente en el ordenador. De vez en cuando se toca la mejilla o la barbilla, creo que en esos momentos piensa o recuerda algo. Me gustaría preguntarle el qué; pero como tengo miedo de que sean los íntimos recuerdos de una vida en común, no lo hago ¿cómo queda el superviviente de una vida en común de cincuenta años? No tengo dentro suficiente sufrimiento para imaginarlo. Es algo que los de nuestra generación no viviremos. Un abismo.
Poco a poco me dan ganas de llorar, al fin soy su nieta, aunque sea la más grande de todas. Pero no saldrán, como no salen en las circunstancias importantes. Me trastoca el recuerdo de las últimas horas de su existencia: durante el día se había trasladado al garaje, que era como su sala de estudio y lectura, allí, en solitario, había repasado una vez más los pasajes del guión que hizo durante el rodaje de la película hace ahora casi un mes. Mi abuela lo encontró concentrado en la lectura y le preguntó ¿por qué? y él le contestó que si tuviera que repetirlo – se refería a actuar su secuencia – ahora no se hubiera equivocado ni en una sola línea. Le obsesionaba la idea de la perfección. Siempre le había obsesionado. Durante varios días después de la filmación seguía comentando que el acontecimiento le había gustado, a pesar de sus negaciones iniciales y de la interrupción la rutina que suponía la filmación, finalmente llegamos a una aportación mutua en la experiencia, la última cosa que intercambiamos, de una serie tan corta de intercambios que se pueden contar con los dedos de una mano. Poco después se desplomaba en el suelo de la cocina. Rápido y sin dolor. Poco después sonaba el móvil y mi hermana me contaba entre sollozos melodramáticos lo sucedido. Horas más tarde yo tomaba tren y una hora más tarde estaba casi aquí.

jueves, 15 de diciembre de 2011

todos necesitamos curarnos

La agonía, el placer, el dolor. Todo se mezcla. Sin interrupción: dolor, placer, agonía otra vez. El caos todo lo cura. ¿Qué dices? ¿Qué el caos no es necesario? ¡Cuánto te queda entonces por crecer! ¿Y tú crees que entiendes el autor de esos libros que tienes en la cabecera de tu cama? Si no mueres y resucitas vas por la vida con los ojos cerrados y las manos esposadas – le dijo la bruja malvada - : ha pasado la muerte por tu lado y te has asustado tanto que lo has convertido todo en un asunto racional.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La vejez

La vejez no envilece, estupidiza, si es que ese verbo es posible. El sabio de pelo blanco emprende su camino espiritual mucho antes... así cuando llega a la vejez está preparado para afrontarla y hacer frente al adormecimiento del criterio que experimenta un cuerpo que ha vivido demasiado. Si la mente vieja no se deja llevar por la meditación y la contemplación la actividad de un yo cansado nos pierde.
Ahora me doy cuenta que llevo mucho tiempo si estar en contacto con personas de otras edades. Nos agobia la desigualdad de edad. No es algo que busquemos naturalmente; y si sucede, lo toleramos sólo con esfuerzos conscientes ¿es el humano un ser que ha envilecido con el progreso? O ¿ya las tribus de neanderthales abandonaban a su suerte sus viejos cuando éstos no podía seguirles el paso? Está claro que el hombre de Neanderthal tenía mucho más claro que nosotros lo que era la vileza, sea lo que esta sea.

domingo, 18 de septiembre de 2011

¿los sabios tienen familia?

¿Qué tendrá la familia que es capaz de generarnos los sentimientos más contradictorios y conflictivos?
Escribo esta pregunta con la mano del pulgar quemado; después de haber llorado lutos lejanos que no he logrado superar, me lo pregunto después de ver a mi padre caminar inconscientemente hacia una muerte dolorosa en la que le deseo la mejor de las suerte. Más no puedo hacer. Es este tipo de impotencias las que nos provoca la familia; siempre queremos excedernos en nuestras atribuciones, como si compartir la misma sangre nos diera el derecho. ¿Los sabios tienen familia?

domingo, 11 de septiembre de 2011

verdades III

"Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta."
C.G. Jung

verdades II

"Se cree demasiado fácilmente que todo lo que es frágil, es débil"
Esther Seligson

verdades

"Lo más sutil es inapresable, y la vida está tejida de esas sutilezas..."
Esther Seligson

Ciudad de México

No podré volver a decir que se acerca la temporada de lluvias con la misma naturalidad que lo decía en la Ciudad de México. No habrá otra ciudad en la que ver llover tenga el mismo significado, la misma importancia; el mismo reloj. El monstruo de concreto no extraña a nadie, no así yo a ella que ha sabido calarse en mi con profundidad.

domingo, 10 de julio de 2011

madrugada

Hoy sí te extraño. Hoy hubiera sido ese día en que podía volver a mirarte a los ojos y quererte. Ese día que llegaba cada tanto, cada vez más tardío y en que todo volvía a empezar: ir al super contigo, abrazarnos al dormir, desayunar juntos. Y después de una corta temporada, hubiera llegado ese otro día en que todo acabada otra vez mal; como solía ocurrir cada tanto, cada vez más a menudo.

viernes, 17 de junio de 2011

Mi oreja

No quiero olvidar jamás esa isla donde en una hora pasé semanas. Los granos de arena pegados a mi piel, las lágrimas estancadas en mis orejas, ese dolor que sale sin resistencia en sordos gritos. Estuve tanto tiempo sin oír y sin hablar, que ahora lo más preciado que tengo es esa oreja pegada al pecho para escuchar mi soledad.

Espejos

Todos los días al despertar la Alicia del espejo me está mirando.
Me pregunta: -¿Quién eres tú?
Y es que yo soy la intrusa en esta habitación gris ochenta-y-cinco que ella preside. ¿Qué le contesto yo?
- Ahora sé que nunca lo he sabido.

lunes, 13 de junio de 2011

Me duelen los huesos

Por las noches me cambio de cama varias veces, pero todas me resultan demasiado duras o demasiados blandas; como en el cuento, sólo que cuando despierto no hay ositos de caras tiernas viéndome dormir, sino una imagen nublada que desaparece poco a poco en la que me da tiempo a reconocerte. Y siento la tragedia en forma de punzadas en el pecho que me dejan tumbada en la cama dos horas más después de la alarma del despertador. Finalmente despierto obligada por la obligación de estar en el mundo, arrastrando esa sensación de dolor incrustado en la piel, imposible de compartir, imposible echarlo de mi.

domingo, 12 de junio de 2011

Con cola o sin cola

Con cola o sin cola, hay gente que hace del amor un baile de conveniencias, un ensayo de debilidades. Juegan a ser ilusionistas con la vida de los demás, sin piedad y también sin rencor, sólo por no saber ser, pero querer estar a toda costa.

lunes, 6 de junio de 2011

Paisaje

Una ventana abierta que da a otra ventana cerrada.
Ese es mi paisaje de estos días.

domingo, 17 de abril de 2011

Nostalgia

Pequeña Ulises del auto-destierro que sólo lloras con los ojos hacia atrás.
Por más hermoso jardín que encuentras en este paraíso artificial,
nunca podrás borrar el verdadero hogar.

viernes, 7 de enero de 2011

Entierro

¿Por qué todos mis hombres llegan tarde incluso a nuestro entierro? Traen flores, pero siempre llegan tarde.