¿Sabes qué perturba mi mente en este momento?
Esos brazos desnudos en la foto de cuando aún eras niño pero te quedaba poco para convertirte en hombre. La silueta redondeada de tus brazos cayendo, una y dos veces contorneada.
Qué gracia me hace tu actitud de indefensión pueril. No sé si sabes, si tú eres consciente de lo que tu figura desprende en esa fotografía. Eres un encanto hermoso e irresistible que perturba la mente de quien lo observa. Conviertes al inocente en pecador.
jueves, 10 de julio de 2008
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