jueves, 10 de julio de 2008

POR LA TARDE

Odette se sentó cerca de la ventana. Estaba lloviendo.
Con un nuevo suspiro volvió a descomponer la realidad desenfocando las gotas enganchadas en el cristal de la ventana. Una realidad sucia y aumentada.
La tarde se mojaba y con ella los pensamientos se humedecían con ese extraño humor que nos visita algunas tardes, ese invitado al que abrimos la puerta con temor, con la pasividad cobarde de cualquier resignación.

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