viernes, 17 de junio de 2011

Mi oreja

No quiero olvidar jamás esa isla donde en una hora pasé semanas. Los granos de arena pegados a mi piel, las lágrimas estancadas en mis orejas, ese dolor que sale sin resistencia en sordos gritos. Estuve tanto tiempo sin oír y sin hablar, que ahora lo más preciado que tengo es esa oreja pegada al pecho para escuchar mi soledad.

Espejos

Todos los días al despertar la Alicia del espejo me está mirando.
Me pregunta: -¿Quién eres tú?
Y es que yo soy la intrusa en esta habitación gris ochenta-y-cinco que ella preside. ¿Qué le contesto yo?
- Ahora sé que nunca lo he sabido.

lunes, 13 de junio de 2011

Me duelen los huesos

Por las noches me cambio de cama varias veces, pero todas me resultan demasiado duras o demasiados blandas; como en el cuento, sólo que cuando despierto no hay ositos de caras tiernas viéndome dormir, sino una imagen nublada que desaparece poco a poco en la que me da tiempo a reconocerte. Y siento la tragedia en forma de punzadas en el pecho que me dejan tumbada en la cama dos horas más después de la alarma del despertador. Finalmente despierto obligada por la obligación de estar en el mundo, arrastrando esa sensación de dolor incrustado en la piel, imposible de compartir, imposible echarlo de mi.

domingo, 12 de junio de 2011

Con cola o sin cola

Con cola o sin cola, hay gente que hace del amor un baile de conveniencias, un ensayo de debilidades. Juegan a ser ilusionistas con la vida de los demás, sin piedad y también sin rencor, sólo por no saber ser, pero querer estar a toda costa.