domingo, 6 de diciembre de 2009

Taza de café

Una gran taza de café en un espectacular. Era de noche y al pasar confundí la espuma con alguna nube enrojecida alrededor de lo que podría ser un agujero negro abierto en el cielo de la ciudad sin previo aviso. Después me di cuenta de que estaba equivocada, pero me quedé un rato más mirando la gran taza que por una extraña combinación de contraste resaltaba en la bóveda oscura. Era, definitivamente, lo más parecido que había visto jamás a un agujero negro. Observo este paisaje urbano ecléctico e imprevisible en el que todos participamos más o menos conscientes de ello. Por supuesto lo es el publicista que sabe del impacto que tendrá su idea en la realidad urbana de su ciudad, no lo es, tal vez, el niño que tira el chicle al suelo, a pesar de que su acción permanecerá más que la idea del publicista.