jueves, 11 de febrero de 2010

Mirarse a los ojos


¿Puede una mirarse a los ojos a través del tiempo? Yo creo haberlo hecho.
Esa niña de mirada triste y cara redonda que sujeta con fuerza los barrotes del balcón se giró y me miró, de frente y a lo ojos, y yo volví a ver su dolor que es también el mío. Pero esta vez pude consolarla y decirle con seguridad que todo será diferente a como se lo imagina. Que eso va a terminar y lo superará. Vendrán otras cosas, y también habrá de superarlas. Obstáculos tras obstáculos. En algún momento se cansará y decidirá que la vida ha sido demasiado dura con ella. Y ni la vida misma podrá negárselo. ¿Qué alternativa le quedará entonces? Ninguna más que levantarse y con un pie y luego el otro, saltar ese nuevo obstáculo. Sin embargo, eso que las dos sabemos, terminará y todo será diferente.