jueves, 10 de julio de 2008

LA DULCE ESPERA

Esperando que todo salga según lo previsto.
Deseando el futuro que imaginamos.
Empezando con gerundios cada frase.
Porque no hay estados temporales medibles; excepto éste, el de esperar.
Nadie puede permanecer en el pasado, ni en el presente inexistente, menos aún en el futuro.
Pero todos podemos esperar.

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