miércoles, 28 de marzo de 2012

Dime no

No, No, No, No. Dímelo otra vez: ¡No! ¿Cuántas veces me va a gritar No la vida? ¿Cuántas? Pues que me las diga todas las que quiera, a la cara, a voz en grito, con el pecho descubierto y por sorpresa. Dímelas cuantas veces quieras y así aprenderé a respetarlo, a asumirlo y a quererlo hasta que el No ya no dé nunca más miedo ya no sea más una barrera. Abriré todas las puertas del No y pasaré a través de ellas. Buscaré un Sí, como todos, pero estaré lista para enfrentarme a un No. Como una obstáculo más, como una posibilidad más, como un regalo. Eso; como un regalo. Los Nos también pueden ser regalos.

domingo, 25 de marzo de 2012

deaf-iniciones

Soledad; cuartos a oscuras mientras atardecía. Calles en noches de verano entre otros chiquillos hijos de obreros que no tienen nada que contar u oír en sus casas. Espacio; el que un niño – niño como lo pronunciaban entonces las generaciones de nuestros padres- se merecía. Y ni siquiera con –a, porque yo encima, soy niña.