viernes, 18 de abril de 2014

Los entresijos biológicos

-->
Las abuelas duermen menos. No sé porque últimamente me ha dado por escribir sobre la madurez biológica y sus entresijos mentales. Pero aquí estoy. 
Para nadie es un secreto que las abuelas y los abuelos duermen menos. Yo tengo nítidos recuerdos de cómo los míos se quedaban despiertos hasta más tarde y cuando yo me levantaba mi abuelo ya había desayunado y mi abuela me esperaba con el mío listo.  Hasta que un día no se levantaron más. 
Esta mañana temprano fui a sacar los perros y me encontré a la abuela de al lado fumándose un cigarrillo (abro paréntesis porque es raro ver a abuelas fumar hoy en día, reflexionad si no) y contemplando el paisaje por encima de las cuerdas de tender la ropa. Me imaginé el desayuno listo en la mesa familiar de la casa vecina, esperando a que el resto de miembros se levantaran. Seguro que la noche anterior, cuando ya todo el mundo estaba en la cama, ella fregó los platos y todavía se quedó un rato más frente al televisor a ver como la farándula española se peleaba. ¿Qué es este comportamiento del cuerpo? Tal vez sea que el organismo nos brinda la oportunidad de aprovechar al máximo las luces del día antes de que llegue la noche definitiva.

jueves, 17 de abril de 2014

Esas que eran otras

-->
A medida que nos acercamos a las generaciones venideras esa sensación de identidad ambigua, de colectivo borroso e indefinido empieza a despejarse. Hay ahí personas que cobran individualidad. De pronto me parece curioso como antes íbamos por la calle con visión de tubo, un tubo por el que sólo pasaban las personas de nuestra generación o bien de una generación anterior, ya vivida. El resto eran extras, como decía una conocida. Vivimos una vida donde a medida que crecemos los extras se van convirtiendo en personajes secundarios y luego en compañeros de reparto.  La edad es muy egoísta, o tal vez sólo sea un mecanismo del instinto para centrarnos nuestra edad biológica. La verdad es que entonces conozco algunos que sólo deben ver niños de cinco años por la calle. Como en esos anuncios en los que visten a niños de adultos para crear una contradicción visual. Sí eso es, algunos viven en una contradicción mental. Mientras, los que afortunada o desafortunadamente vamos pasando de una generación a otra, los que simplemente nos dejamos guiar por la edad de nuestro cuerpo empezamos a reconocer en esos que antes eran otros, que antes eran borrosos, a unos iguales. Cuando cae el blur es una clara señal de que estamos entrando por la siguiente puerta.