Le han pedido que les haga una foto delante de la Sagrada Familia.
Él justo pasaba por delante cuando el padre le pidió el retrato de familia.
Ha cogido la cámara con inseguridad y al mirar por el visor se ha dado cuenta de la estampa y se ha puesto triste. Ha visto la familia que no tiene, que dejó de tener para cumplir los sueños en este nuevo sitio.
Pero ahora que está aquí ha dejado de soñar y por las noches ya no se acuerda de por qué vino, ya no se acuerda de por qué está.
jueves, 10 de julio de 2008
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