jueves, 10 de julio de 2008

EN LOS OJOS DE LA MENOR

Ojalá estos días no pasaran y nunca dejaras de mirarme con los ojos con los que ahora me miras. Algún día me romperé ante tu mirada y detrás no habrá nada de lo que tú has soñado. Pero no importa. Sólo estos días habrán valido la pena para toda la vida. Muchas veces lo he dicho: no tengo nada más allá de lo puramente prescindible. Y si me lo planteo de verdad, tan sólo me quedas tú y este sentimiento que me dice que tú y yo tenemos algo más que un vínculo de sangre que no se puede romper por la voluntad de ninguna de las dos.

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