miércoles, 24 de septiembre de 2008

5 mandamientos

Si volviera 10 años atrás cambiaría muchas cosas, no por rectificar, sino por probar. Es decir, cometería el mismo error que en una existencia primeriza: el de ensayar con la primera y única oportunidad.
No fumaría, eso por supuesto. Trataría de olvidar el dulce recuerdo del humo y fingiría no saber que el olor de un hogar es menos acogedor si no se fuma. Me ahorraría así, las paranoias de cánceres malditos y el prematuro tinte amarillo de mis dientes.
No mentiría jamás. La construcción de mi pequeño ser se haría conforme a la asertividad y por exclusión de todo lo demás. Trataría de convertir mis sueños en realidad, no de transformar mi realidad a esos sueños, por muy horrible que fuera.
Pero no dejaría de imaginar. De navegar por mundos neuronales diferentes, de considerarme una extraterrestre o de sentarme en cualquier calle a dejar caer mi pensamiento sobre las personas que pasan por delante.
Amaría todavía más. Usaría lo aprendido para eliminar cualquier control racional sobre el amor, dejaría todo lo mío en cada relación. Ahora ya sé, que el amor es un recurso renovable y que la resurrección solo se da cuando hemos aprendido de la muerte.