-¿Por qué?
-Porque no me van a preguntar.
-Da igual, salúdalos de mi parte.
-¿Qué quieres que les diga? No hay nada que decir.
-¿Ah, no? Saludar a los suegros.
- No. Las amantes no tienen suegros.
- ¿Por qué no?
- Porque no existen.
-Tú estás aquí, eres real.
- Pero soy un secreto. Solo soy real para ti… para los dos.
- Mientras sea tu amante no tendré parientes, al menos tuyos.
domingo, 13 de julio de 2008
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