domingo, 11 de septiembre de 2011

Ciudad de México

No podré volver a decir que se acerca la temporada de lluvias con la misma naturalidad que lo decía en la Ciudad de México. No habrá otra ciudad en la que ver llover tenga el mismo significado, la misma importancia; el mismo reloj. El monstruo de concreto no extraña a nadie, no así yo a ella que ha sabido calarse en mi con profundidad.

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