viernes, 23 de enero de 2009

Esta noche cocina el inconsciente

Ya de noche, en la cocina, coinciden mi padre y mi madre. Ella, aunque está cansada, aunque no quiere, aunque no tiene la obligación y nadie la presiona, le pregunta a mi padre si quiere un frankfurt para cenar. Mi padre le responde que sí. De mala gana se pone a calentar la salchicha, mi padre, ciego él pero no de la vista, le pide a mi madre que se lo ponga en el pan. De peor gana mi madre saca una barra de pan del cajón y cuando va a abrirla por la mitad, mi padre le pide que se lo haga al estilo Alemán, es decir, que le haga un agujero central a la barra de pan e inserte la salchicha en medio. Entonces, harta, mi madre se gira, agarra la salchicha con las manos y literalmente la hunde en el pan como si con ese trozo de carne pudiera excavar en el pan hasta llegar al centro de la tierra. Mi padre, atónito, se queda mirándola y acto seguido explota en un ataque de risa. Minutos después, tras decir unos cuantos tacos e imprecaciones, mi madre, vencida por la risa de mi padre, también acaba destornillándose de la escena.

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