Las horas de la tarde se han avalanchado sobre mí. He
visto como se acercaban rompiendo el viento y haciéndose grandes y me he
quedado ahí, parada, mirándolas de frente. No por coraje. Quieta, muda, sorda,
rota. Lista para que me aplastaran… creo que estaba buscando un descanso. Un
descanso de mi vida. De mi lista de pendientes. Esta noche parece imposible. No
puedes fumártela, bebértela, follártela, comértela… no puedes hacer nada con
ella. El cielo es un agujero, avalanchar no existe y mi ropa se está volviendo
a mojar.
viernes, 9 de noviembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario