No importa que tan tarde te vayas a dormir.
No importa cuanto comas, cuanto fumes, cuanto bebas.
Todo es anestesia. Nunca te libras del todo.
De un momento a otro llegará bajo cualquier forma a desmontar tu vida, a quitarte los instantes de tranquilidad, a oxidarte la calma, a romperte el corazón, a joderte la salud.
No llama a la puerta, pero yo me hago la sorda cuando la intuyo llegar.
Finjo una regla sin dolor. Últimamente soy una experta en fingir.
Ahora ya somos un matrimonio.
domingo, 5 de febrero de 2012
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